La
intervención militar continúa en Malí. No sabemos cómo quedará la rutina de sus
habitantes. En la foto se ve una escena de todos los días; sus protagonistas no
parecen quejarse. Alguno –el del frente por ejemplo- podría estar contento. Pero habría que ver
si ese charco aún existe.
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Foto en Malí · 2011 · Por Ferdinand Reus |
Él se ríe. Su caballo debe estar contento al
haber encontrado agua. La emoción del animal se habrá notado en sus movimientos con ansiedad, como los de un niño, y a él le habrá surgido una carcajada. Su
vestido, azul como el cielo en algunas tardes, se mantiene limpio. Él -ellos-
anda por la tierra pero logra seguir el camino sin manchas.
Observe el lector lo cotidiano de las figuras
que la foto presenta. Las líneas y los tonos. Pareciera un cuadro antiguo si quitáramos
algunas cosas. Sin embargo fue tomada el año pasado en Malí. Los colores.
Además del mencionado vestido hay otras cosas que concentran el foco de
atención. Imagine el lector cómo sería la radiografía si se sacara luego uno de
esos mapas, utilizados para investigaciones de publicidad, sobre dónde
apuntamos más los ojos.
Está el balde rosado de lo que parece ser una
señora -acaso un hombre- a la derecha. El vestido de rojos, amarillos y grises
de la señora hermosa en el centro. La otra agachada con su vestido verde y una
gorra que se podría discutir si hacen juego. La señora también a la derecha con su hijo
amarrado en la espalda, que deja las ojotas en el suelo porque se calzará; el
niño tiene un tapado con un dibujo de seis colores diferentes, algo infantil.
Hay una bicicleta dejada sobre el suelo, con
la chapa y pintura impecable, que el lector podría tentarse y robar. Y las
pelotas de fútbol, infaltables para el viaje, sobre el diminuto colectivo. ¿A
quién no le podría entretener ver a esos tipos correr tanto, tanto, como si así
se escaparan de sus vidas?
La situación de la imagen pasó y que se
repita, al menos de manera semejante, es una posibilidad. Mientras que no pasen
aviones de combate y hagan volar todo. El señor del frente no debería dejar
manchar esa digna prenda.
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