Reflejo de una opinión
Me levanté temprano y comencé a ojear el diario La Nación hace unos días. Al rato lo tiré contra la pared. Adentro había encontrado una editorial en la que se oponen al matrimonio de dos personas del mismo sexo (*). En la versión Web la nota ya posee 593 comentarios; algunos ayudan a entender mejor la cuestión. Sé, por leerlo bastante y porque la casualidad hizo que conociera a algunos de sus periodistas, que no representa al diario. Sin embargo si puede ser que la editorial, la cúpula, tenga una tendencia. Sería la del director Bartolomé Mitre o de alguno de sus estrechos colaboradores. El asunto es que la brecha con todas las demás ideas del diario está demasiado marcada. Tendría que poner su nombre y aclarar que es su opinión y no taparla con una justificación divina. Se sabe que hace mucho la Iglesia tomó la errónea decisión de oponerse a la libre elección sexual. No comprendo por qué. A mí la idea del casamiento, de por sí, siempre me pareció extraña. Entendí recientemente, al escuchar argumentos con los que se defendía esta iniciativa, que algunas veces es necesario. Están en el medio temas como la herencia y el derecho a reclamar el cuerpo del difunto: cuestiones elementales. En el texto también se menciona el tema de la adopción; dice, aunque en otras palabras, que prefiere que un chico se muera de hambre a que viva con dos hombres o dos mujeres. Cuidado porque con ideas retrógradas el diario puede quedar como en la foto: arrugado y separado de la sociedad por una reja. (*) El texto posee incoherencias tales como: (…) Las personas de un mismo sexo no pueden contraer matrimonio debido a una absoluta imposibilidad de la naturaleza (…) Ya que el matrimonio -como lo indica el más somero análisis racional y como surge del propio concepto de familia y de la vida misma- es una institución reservada a la heterosexualidad (...) ¿Cuál imposibilidad de la naturaleza? ¿Explotará todo? El concepto familia, inclusive en la RAE, está definida más comúnmente como el grupo de personas emparentadas que viven juntas. ¿Qué es la vida misma? [Versión comprimida. Nota entera]
Mario Vargas Llosa había escrito en el 2005, para el mismo diario, una columna de opinión en la que en dos líneas aclaraba: "Los argumentos contra el matrimonio gay no resisten el menor análisis racional y se deshacen como telarañas cuando se los examina de cerca". Al tema de la adopción respondió así: "(…) Un prejuicio idéntico sostiene que los niños adoptados por parejas homosexuales sufrirán y tendrán una formación deficiente y anómala, ya que un niño para ser 'normal' necesita un padre y una madre, no dos padres o dos madres. A esta afirmación dogmática y sin el menor sustento psicológico ha respondido Edurne Uriarte de manera inmejorable: un niño lo que necesita es amor, no abstracciones".
ResponderBorrarFuente: http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=719804
ESG
Me gustó mucho este post, Sebastián. Apenas te diría que no se trata de una posición "errónea" como decís. No hay error en la postura de la Iglesia. La iglesia abaló las torturas en la Argentina y el nazismo en Alemania. La Iglesia bendijo las armas asesinas. La Iglesia vio eso como "natural". Lo que la Iglesia llama natural es lo que le conviene al Vaticano. No existe lo natural. La homosexualidad es tan natural como los árboles y la noche. La Iglesia lo sabe. Pero prefiere ocultarlo en nombre del Plan de Dios...que es su propio plan.
ResponderBorrarAbrazo,
L.
Me encanto la nota Seba, y la verdad no me habia enterado de esta Editorial de la Nacion, hay mucha razon en lo que decis porque todavia nos cuesta como sociedad aceptar cosas a la que no estamos acostumbrados a ver, pero eso no es una excusa para negarla y prohibirla, mas cuando esto no implica ningun daño a nadie y solo esta tratando de igualar a las personas en todos los aspectos. Yo nunca tuve nada en contra de el matrimonio gay, y me parece que deberiamos dejar que cada uno viva SU vida de la forma que quiera, no somos Dios para decidir el destino ni la suerte de nadie.
ResponderBorrarAbrazo!
Seba, la verdad no estoy de acuerdo con éste post, el concepto de matrimonio a mi entender, surge del derecho romano, cuando la única función del mismo era procrear, para lo cual se necesitaba un padre y una madre, de allí nace la institución.
ResponderBorrarIgual esto de las instituciones no es relevante, yo creo en Dios, y creo lo que nos dio la biblia, tal vez por la crianza que tuve o la verdad no se, por eso creo que lo "natural" sería una familia con una madre y un padre.
También soy conciente de los muchos errores de la iglesia, que no son más que humanos, simplemente humanos. Creo que no se le tendría que implicar a nadie como actuar o pensar, cada uno es libre de obrar como le plazca, pero siempre respetando los derechos del otro.
En definitiva, creo que todo es subjetivo, por que lo que te parece correcto a vos, puede o no parecerme correcto a mi, pero no son más que opiniones, algo totalmente distinto a imponer a la "fuerza" a alguien a no peinarse para el costado y usar unos pantalones ajustados.
Guiye
A mi entender, no se consigue nada con que se acepten, o no, los matrimonios entre Homosexuales. En el fondo lo que menos importa es que la unión esté certificada; lo que sí se tiene que solucionar es la unión marital de hecho, y que sobre la base de que dicha relación legal (avalada supraconstitucionalmente en la gran mayoría de los países) los compañeros permanentes, en este caso las parejas del mismo sexo, deberían gozar de los derechos que la ley otorga a las parejas entre un hombre y una mujer. Aceptar el matrimonio es en cuanto más ridículo como sinsentido. Pensemos que el matrimonio fue uno de las bases que el derecho romano implantó con el fin del cambio de subordinación de la mujer. Es decir, pasar de estar bajo un Pater familia, a entrar a convivir (legalmente y con el fin de procrear) con el nuevo Pater familia, que en este caso sería el nuevo esposo. Luego, con Constantino, se convirtió en un rito católico, en uno de los símbolos (junto con la primera comunión, el bautizo, la confirmación etc…) que más se tiene presente como representación de la iglesia; y, basados en esos dos puntos, lo que se busca con el matrimonio gay, si bien se sabe que también tendría un valor simbólico de tolerancia, es entrar en el molde de la institución que siempre los cohibió. Cabe recordar que en el Imperio la homosexualidad era algo más que lógico repetido y avalado (sin ser legal). Por tal, no creo desde ningún punto de vista que el matrimonio entre homosexuales sea lo importante, lo único que conseguirían es poder entrar a la casa donde nunca los quisieron; lo que sí se debería legalizar es la unión marital de hecho entre parejas del mismo sexo.
ResponderBorrarMuchas gracias por las opiniones y las divergencias. En cuanto a lo que decís sobre el matrimonio romano, Guille, me parece que en su nombre ya está más que claro lo antiguo que es. En la actualidad se puede adoptar algún hijo, que sobran lo que tienen necesidad. Existe la inseminación artificial también; no lo usan sólo las parejas del mismo sexo, sino asimismo las que tienen problemas de esterilidad. Por eso las parejas no deberían unirse más sólo para procrear. Además no creo que en la Biblia diga en algún lugar específicamente que las parejas tienen que ser una mujer y un hombre; habrá que comprobarlo. Son puntos de vista como decís, y estamos de acuerdo en que nadie debería imponer a la fuerza nada. El tema es que veo una imposición en el ‘no te podés casar’; que serviría para comentar lo que dice Carlos. A mí también me parece irrelevante si lo hacen o no; pero que lo decida quien quiera. Ya hay violencia en la diferenciación. ESG.
ResponderBorrarMe parece que el siguiente comentario, que fue sacado del link que aparece más abajo y que pertenece a otra columna de opinión en La Nación, ayuda a entender un poco más el contexto. El autor es 'Damatamp':
ResponderBorrar• "Tengo 21. A los 13 decidí no vivir una vida llena de mentiras. Siempre fui gay, jamás me sentí atraído por ninguna mujer. Pase la primaria siendo humillado por los chicos "normales", con miedo de que mi familia me rechazara por ser diferente a lo que ellos y la sociedad espera. Mi sacerdote me dijo que era un enfermo en la cara, y que si no cambiaba me iba a ir al infierno. Fui rechazado por mis "amigos" al asumirme, por mi Iglesia, por la sociedad. Por suerte mi familia supo entenderme. Ahora, yo les pregunto a todos los que ponen lo "natural" o a su Dios cristiano como excusa para descalificar el amor que dos hombres podemos sentir el uno por el otro, ¿no creen que es cruel que un chico sufra toda su pre-adolescencia y adolescencia, y que al ser adulto no se le den los derechos que merece? Ustedes dicen que no le llamemos matrimonio… ¿Se dan cuenta de lo que están diciendo? ¿Nota que es una estupidez enorme? Nos ven como enemigos. Es muy triste."
Pegado de http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1194017
ESG