Perdón por las macanas | Escuché

-Conocí Chaco. Fui a pedir la mano de una señorita y no tuve éxito. Me mandé una macana además. Y pedí perdón. Siempre hay que arrepentirse ante el Dios que te mira. (Andrés, plomero y nacido en Salta; mientras, estaba sentado en el inodoro).

No hay comentarios.:

Publicar un comentario