Lo que me sorprendió la tarde en que llegué a Sáenz Peña, en Chaco y a un poco menos de doscientos quilómetros de la capital Resistencia, fue ver que unos cuantos festejaban Halloween. ¿Tiene sentido? Frente al quiosco que aparece en la foto, adornado para la ocasión, un grupo de unos veinte chicos salían de la casa disfrazados y una madre dirigía para que algunos dijeran dulce o truco en unas y otras puertas. No sé cómo aguantaban, con cuarenta grados en el ambiente, las máscaras y las capas colocas. En Estados Unidos empezó como una fiesta pagana heredada de los inmigrantes irlandeses; ¿la finalidad es vender más dulces en la actualidad? Hay una cultura norteamericana de invasión –dijo el escritor cubano Alejo Carpentier- lo que llamaríamos una cultura colonizadora; digamos la palabra: imperialista. Consiste en ponernos ámbitos, trastocar las costumbres, imponer el idioma. Los cubanos vimos y padecimos mucho eso por la cercanía. Conocimos una época en la que hasta los letreros de los locales estaban en inglés. Eso no es cultura ni es nada. Es imposición de una sociedad de consumo, que trata de vender productos a través de los vehículos de la publicidad. Ahora, la cultura verdadera, de Ralph Waldo Emerson, de Paul Whitman, las novelas de William Faulkner, ¡bienvenida sea!
(Está la entrevista completa a Carpentier).
Halloween, sí, Sebastián, es un signo más de la capitulación de una cultura. Es eso de bailar sobre el Titanic. Algunos dicen que cualquier excusa es buena para divertirse. Yo no necesito brujas o zapallos calados para divertirme. Pero así está el mundo y dentro de él tendremos que aprender a lidiar con la aniquilación sistemática de la belleza. Gracias Sebastián por este lúcido posteo y por la entrevista al gran Alejo Carpentier.
ResponderBorrarLuis G.
Y no es díficil pensar que en una sociedad como la nuestra, se imponga una nueva cultura tan ajena como halloween.
ResponderBorrarP/d: Ojo con éste post, que el gordito de rojo no te va a llevar regalo este 25 de diciembre a las 00:00.
un abrazo Seba. Guiye
Oh, globalización. La cultura también entra en la partida, pero se ve que siempre se impone el mas fuerte.
ResponderBorrarm.a.a.