Depender del aire
Había cortes de electricidad programados. Eran constantes en Resistencia, Corrientes (la más afectada) y Formosa. De uno y el otro lado del puente cada tanto todo quedaba oscuro. De repente el aire acondicionado dejaba de tirar y entonces comenzaba el castigo. Es que en estas ciudades, donde la temperatura pasa comúnmente los cuarenta grados, los habitantes son dependientes del frío fabricado. El clima lo condiciona todo. Sin aire no se trabaja, no se duerme, casi no se vive. El momento sólo puede servir para pensar y quejarse, con un tereré que acompañe. El problema fue que un transformador dejó de funcionar. Llegó otro de repuesto y se reparó el anterior. Aunque la oposición culpaba a los gobiernos de ineficiencia en el área. Para vos no es tanto, me dijo un amigo, porque sólo estás de paso. Nosotros vivimos paralizados. Y así era. El suplicio continuara allí si vuelven a fallar, de a ratos.
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