Reflejo de una introspección
Mirar al cielo y decir: Ah, estoy en Buenos Aires. Los edificios altos me lo recuerdan. También el ruido, los gritos, las sirenas, la prepotencia, los acentos, los teatros, los cines. Puedo salir a caminar y sorprenderme en los momentos, a veces tan seguidos, de cansancio por esta vida llena de complicaciones. Recorrer la avenida Corrientes a la noche por ejemplo, y ver una variedad muy rica de personas. Y que si quiero, puedo comprar un libro a la una de la mañana y hasta un CD de Mendelssohn o Chopin por seis pesos. Ver una película de Bosnia en los complejos Arteplex, si quiero, y escuchar el programa La venganza será terrible en vivo hasta las dos de la mañana. A veces pierdo la noción de saber dónde me encuentro por más que pasaron cuatro años desde que vivo aquí. ¿En Chaco? No, ya me fui. Creo. ¿Habrá cambiado algo? Todo cambia y todo sigue igual. Qué frase fácil de decir y de crear. Pero es verdad.
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ResponderBorrarIr del chaco a bs as, vivir solo y sin nadie aquien rendirle nada, te cambia ,estoy seguro y puedo verlo.
ResponderBorrar"Todo cambia y todo sigue igual"
ResponderBorrarpalo para los que piensan que el orden del universo respeta el principio de no contradicción, jaja!
Somos puro movimiento, pura dialéctica o, en términos más contempo, puro feedback! El cambio, entonces, es nuestro criterio de identidad (?!?!)
Besoooo