Las fiestas


No soy el único en pensarlo. Sé que les pasa a muchos pero algunos temen que se los acuse de amargados. Ver las cosas de otro modo es un pecado socialmente inadmisible. La sola figura de Papá Noel decorando una vidriera me arruina el día. Los cables con lamparitas, las promos berretas del Coto, las agendas 2010, la inundación de insufribles pps, el empalagoso combustible espiritual. Las fiestas desatan demonios oscuros en calles, familias y almas. Al destaparse las botellas saltan las miserias mejor escondidas. Que se cumplan todos los deseos, dice el coro mirando hacia otro lado. Feliz Navidad y próspero Año Nuevo, repiten los reyes del sarcasmo. Nadie se anima a nombrar lo que nos falta. Nadie admite que la pregunta sigue sin respuesta. Que la fiesta está en otra parte. Que la alegría no depende de actos protocolares, burbujas de Chandon o fuegos de artificio. La vida no tiene solución. Y de esta verdad irrenunciable no nos salva ni el apocalipsis del calendario maya.
L.
(El texto y la foto fueron sacados de Suspendelviaje, el blog de Luis Gruss y Andrea Rocha).

No hay comentarios.:

Publicar un comentario