La trampa
El viento empujó y el agua ya no aguantó sobre el pequeño techo de lona del bar. ¡Pará! ¡Cuidado!, exclamó el padre. La nena se frenó justo antes y sonrió. Es una trampa, dijo él y ella lo repitió. El hermano que venía rezagado se paró en el punto justo. Yo quiero la trampa, dijo con seguridad. Pero ya no caía.
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