Los juegos

                                                                                   Foto de María Antonella Aranda
La vida siempre tiene juegos y venenos. Eso es algo que Julio Cortázar me dijo en el cuento “Los venenos” (1956). A él le gustaba la infancia, era como un niño grande (“No somos adultos, Lucía. Es un mérito pero tiene sus consecuencias”, le dijo Oliveira a la Maga). El primer juego: correr, lastimarse. Veneno. El primer amor: emocionarse, admirar, cachetes rojos, no correspondido. Veneno. Y un poco más y se marchita la flor. A veces los mismos juegos se pueden ver manchados (los venenos). Aparecerá un inadaptado, por ejemplo, que agarrará el aerosol y escribirá sobre el tablero de las damas. Y la competencia es feroz: es que todos los participantes quieren ganar, la ambición se siente. Sólo algunos razonan y ceden. El niño que juega es como un pequeño escritor, un comienzo. El escritor es como un gran niño.

Fluir chino

                                                                                                    Foto por Peter Morgan
La vida fluye como un río. Lo que queda, lo eterno, fluye como un río. Y la ciudad china Kangding también. La imagen puede servir como reflejo del país: se adaptan, soportan el amontonamiento, siguen el camino, se expanden. Están a 2.560 metros sobre el nivel del mar allí y la mayoría pertenece a la etnia tibetana. Son parte del país asiático que es señalado como una de las cuatro potencias dominantes de los próximos años (según la teoría BRIC). Una porción de los más de mil quinientos millones de habitantes que son y que no es poco (hasta escribirlo queda largo). El río Zhepuo atraviesa la ciudad por el centro, por lo que se puede apreciar su sonido permanentemente desde la mayoría de sus rincones. Y sentir cómo fluye.

Primera persona

                                                             Foto por HaoJan
Escribo en primera persona para conocer al otro.

Soñario

Confío en los sueños. En ellos, como decía Freud, se encuentran mensajes escondidos de lo que realmente queremos en ese presente. Sólo habrá que encontrarlos. No confío en los sueños. En ellos, como decía Freud, se muestran situaciones que esconden los mensajes de lo que realmente queremos en ese presente. Será difícil encontrarlos. Confío.

Retrato

                                              Foto por J. V. Jimenez Ribas
No se puede hacer el retrato de la humanidad, escaparía a cualquier cámara, no existe tamaño que valga. Por eso hay que empezar a enfocar y continuar hasta llegar a la persona. Entonces se logra de alguna forma.

Moscú caluroso

                          Catedral en la plaza Roja | por Errasti
Qué de humo, che, me vine para pasar lo mismo. Trabajo para un noticiero televisivo de Moscú ahora. Lo gracioso es que hace dos años me tocó cubrir el humo de los campos que llegó a Buenos Aires. Y esta vez acá. La temperatura no se había mantenido así de alta antes, tantos días. No baja de los treinta grados hace dos meses. Además en una ciudad que está preparada para menos treinta: sin aire acondicionados, sin ropa de verano, sin ventiladores. Y encima este humo, che, no salía a mirar por el balcón hace como tres días.

No abandonar

                                                                                                 Foto por code poet Jim
Lo importante es no dejar. Seguir, perseverar, apretarse al deseo. Aguantar.

Las dudas de Afganistán

                              Niñas afganas | Foto por Isafmedia
Obama avisó que a fines de agosto se retirarán las tropas de Irak. También hace un par de semanas el sitio Wikileaks publicó cerca de noventa mil informes secretos de soldados en Afganistán. Se notan allí fallas y delitos contra civiles. Ambas situaciones: más presión para que EE UU deje Kabul sin militares propios finalmente. Es llamativo que ahora, con más intensidad que antes, aparecen por todos lados evidencias de las violaciones a civiles de parte de los talibanes (la tapa de Time recientemente, los juicios sumarios a las mujeres infieles, la ONU que sale a decir que se está en el peor momento). Los talibanes encima niegan algunos de esos cargos. Dudas, por lo menos. Habría que ir a comprobar.

Acerca de las historias y la literatura

                                                                      Foto por Luciano Burin
Existe una diferencia importante. Por un lado está la literatura; por otro, las historias. Dan Brown (autor de El Código Da Vinci), por ejemplo, sabe inventar sucesos entretenidos. Eso no tiene nada que ver con que sea malo o bueno, sólo que no es literatura. Son diferentes actividades y resultados. Una cosa es saber contar; otra, escribir. Entretenimiento y arte. Casi siempre separadas y difícilmente juntas. Pero cuando se logra aparece algo maravilloso.

Para qué llegar

                                                                                      Foto por ···
El mejor momento está en el camino. En el ver lo que se conseguirá. Se desea algo hasta que se lo obtiene, dijo Pavese. La abeja nota el girasol, se emociona, va a toda velocidad hacia allí; ¿pero después qué? Mejor desviarse antes y buscar uno mejor, alargar la llegada, disfrutarla más, morir antes. ¿Para qué llegar?

Sonrisa primero

                                                                                      Irak | Foto por The U.S. Army
La ternura de la imagen es impactante con la primera mirada. Dan ganas de felicitar al fotógrafo, por captar tan locuaz momento; y de darle la mano al soldado, por encontrar paz donde no la hay. Pero lo más probable es que, en un primer enfoque de lo que sea, uno se equivoque. O la cosa no sea tan así como se creía. Qué sencillo que sería si nos quedáramos sólo con las primeras apariencias. Un mundo sin angustia. La nena sonríe y acepta colocarse los anteojos. El soldado la sigue con la vista complacido, divirtiéndose, como si fuera el tío o el hermano mayor. Pero el soldado tiene un arma grande, una chica o varias, granadas, casco, guantes, fuerza. La nena pudo haber estado pensando: mejor sonrío y hago esto antes que me llene de tiros. O tal vez: reite a ahora, ya llegará el momento que vengue a mis hermanos. Y no sólo eso, atrás sonaban bombas contra edificios y repiqueteaban algunas metralletas en pleno fusilamiento. El primo de la chica se hacía explotar en un colectivo. En verdad todo eso último no ocurrió, pero pudo haber sido. Y en el mismo instante de esa imagen tan tierna.

Borges y Bioy Casares primeros

                                                                    Foto por Patricio López
Christopher Nolan, director de la reciente estrenada El origen (preparó la película durante diez años), dijo que se había inspirado con Jorge Luis Borges. Pudo haber sido con el cuento "El milagro secreto", por ejemplo. Uno de los guionistas de Lost, que a su vez alagó ampliamente a El origen ("la mejor ficción del año"), ya había comentado que sacaron ideas de la novela La invención de Morel, de Adolfo Bioy Casares, para la serie con tantos fanáticos detrás. Borges y Bioy Casares primeros. Valen más por lo tanto.

Se casarán

                                                       Foto por Mr. Reivaj
Dos hombres contraerán matrimonio por primera vez en Chaco mañana. Gran paso en una de las provincias más discriminativas. El interior argentino, en general, es bastante más conservador. No sería raro que haya alguna manifestación en contra. Ambos tienen cuarenta y pico (uno es chaqueño y el otro correntino). No son, por lo tanto, de la nueva generación. Y sin embargo hay tantos adolescentes con pensamientos ortodoxos en Resistencia y Corrientes.

El engaño de la frontera

                                                                     Foto por Adolfo Lopez
Me llamo Arturo Gómez C., el traficante nos engañó, dijo que sabía mucho, pero al final era negativo, éramos 14, todos no aguantamos. Adiós. Arturo observa las nubes una vez más. Se siente demasiado cansado. Deja caer el papel arrugado, que se lo lleve el desierto. Está sentado de espalda contra una piedra y junto a otro del grupo. Trata de pensar en lo que esperaba encontrar en Estados Unidos. Ve que la mayoría tiene los ojos cerrados. Él también los cerrará.

El camino de la confusión

                                                                      Imagen por Daniel Zanini H.
Camino con cuidado, pasos lentos. No sé qué lograré con este recorrido pero lo atravieso. Es que no puedo pensar mucho en otras cosas ahora. Habito en la Villa a la que me lleva este pasillo. Soy cura aunque tenga mis objeciones. Para algo estamos acá. En la pared de la izquierda está escrita la palabra guerra. Se puede decir que define un poco la situación. Aunque nos ayudamos entre todos, cada día uno se entera del nuevo caído, del enfermo que no puede conseguir medicamentos, de tal chica violada (o nuevamente). Qué es la guerra si no una confusión, sin tregua ni certezas, de la que nadie sabe quién saldrá triunfante. Como la vida. Como la Villa. Pero ahora no puedo pensar mucho, tengo que focalizarme en el rezo.

Aburrimiento en el encierro

                                                                     Imagen por Daniel Zanini H.
Estoy en la cárcel y no sé qué hacer. En algunas películas había visto que los tumberos usaban las horas para hacer ejercicio y salir voluminosos a la libertad. Lo intenté en un principio pero no me salió. Tres flexiones de brazos y quedé con la cara sobre el piso (la tierra), sin más que respirar. Miré la pared toda manchada, casi sin pintura y con hediondez (una escritura, creo que hecha con excremento de su dueño, dice querete), y me dio poco ánimo. Menos todavía del que ya tenía porque mi compañero de celda no me habla. Ni una sola pregunta respondió. Después de verlo todos los días durante un año ya hasta me parece que tiene lindos ojos. Si por lo menos me diera bola. Además de dónde voy a sacar las fuerzas si a penas me dan de comer. No, somos tumberos bien argentinos acá: flacos y sin fuerzas, drogadictos (aguante el paco, loco). Y realmente estamos en la tumba, por eso el nombre. Muerte, camino a ella, lápida, cárcel. Y no sé qué hacer. Pero ahora que me doy cuenta hace un rato que escribo. Algo es.