Human security and development
The speech of human security was presented for the
first time in 1994 by the intermediary of the Human Development Report, published by the Development Programme (UNDP). There it is mentioned that the human
security extends to seven dimensions: economical, nutritional, health, environmental,
personal, community and political. The common thing is to pay more attention
to the so called real and strong, and to forget that the hunger,
the lack of water and of good sanitation, caused millions of deaths each year.
The same issues that are tied to Human Security are also tied to development;
the danger called by some academics and politicians as “soft threats”. Human
security - Ramesh Thakur sustains in his book- is neither an opposition nor a
replacement to the national security -it should not be-. The coexistence must
be accepted, there must be work in that sense, to get the development -harder
to do in some countries- to help reach a more real security.
Zona sur de paz
Suramérica es una de las regiones -subregión si te toma Latinoamérica- más pacificas en el mundo. Es por eso que este avance en Defensa y Seguridad es parte de una cada vez más establecida tradición. Se mantiene como costumbre la solución de controversias sin actos bélicos entre Estados[1]. La creciente interdependencia de sus miembros, además de ser ardua de probar, es lógica. La interrupción de esta clase de enlace podría costar -eso sí es más sencillo de imaginar- altos valores en diversas áreas, como la económica, política, social. Las relaciones en el área de Defensa crean y consolidan grupos -de poder, élites- que pueden empujar por resoluciones pacíficas si es necesario. Es en ese sentido que las instituciones implícitas, como la relación bilateral entre Argentina y Chile, y una más regional conjunta, como la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), son importantes, especialmente en el área de Defensa y Seguridad. La necesidad de una consolidación es casi obligatoria si se cree en sus méritos. Las relaciones pueden ser más intensas.
[1]
Battaglino,
Jorge, “¿Réquiem para la guerra en la Región Andina? Límites al conflicto en
las relaciones entre Colombia y Venezuela”, SAAP magazine, Vol. 3, N° 3, August
2009, p. 572.
China and South Contact
China shows characteristics of not being a violent revisionist of the world international board. If we see the last century and a half, Occident has a more warrior past between nations that Asia[1]. Also, it is the permanent member of the Security Council that less it had utilized the veto. Continuing in the same direction, it shouldn’t be a threat to international security and peace. It should, in the other hand, foment mutual trust with South America -and within-, and help in the process of regional integrationist advance. Argentina it's not outside of the region in that sense neither. Is the third country in order from South America, if we take the numbers of military exchange visits among 2001-2010: Chile, 25; Brazil, 21; Argentina 17. And in that sense, there is a differentiation between the countries still closer to Pentagon’s ideas, as Colombia, Peru and Uruguay, and those closer to the South America idea, as Venezuela, Ecuador, Bolivia and Argentina[2]. The austral Nation is an example in that insight; with possibilities of a big increase in the bilateral defense relation. Outside of this study are the accomplishments of that relation, for example in important matters for Argentina as the necessity of international pressure in relation to the Malvinas Islands.
[1]
Tokatlian, Juan Gabriel, “The global context”, Defense in XXI siècle, Argentina and the regional security, Capital
Intelectual, 2010, p. 99.
[2]
Malena, Jorge, “The peace and security segment of the white paper of
China in relation with Latin America: analysis of results and mentions in the
bilateral military relation”, Virtual Simposio, 2012.
Memoria del realismo adaptado
El sistema de creencias de la junta militar argentina de 1976 estaba marcada por la idea de la guerra total contra el comunismo, con los valores morales en un segundo término o, si era necesario, en algún lugar más alejado. Es importante recordar, en respecto a la relación entre Chile y Argentina, que en el momento de ese golpe de Estado en el lado argentino, los chilenos ya se mantenían bajo la dictadura de Augusto Pinochet, y ambos países sostenían la disputa por el Canal del Beagle. La diferencia no tendría entonces un fin. Tuvo una escalada belicosa con momentos delirantes. Debido -entre otras cuestiones- a la creencia desde la junta militar argentina que debían parar una especie de expansionismo chileno[1], y la compleja situación con los demás países suramericanos en general. La junta militar, desde Argentina, tomó varios aspectos de la teoría central realista de relaciones internacionales: el pesimismo sobre el comportamiento humano, la violencia como algo necesario y aceptable en la sociabilización, anarquía en el sistema de gobernanza global. En palabras de Roberto Russell, fue un realismo al uso nostro[2]. Se había adaptado lo más cruel.
[1] Russell, Roberto, “Sistemas
de creencias y política exterior argentina: 1976-1989”, en Serie de
Documentos e Informes de Investigación N° 204, de FLACSO / Argentina,
Buenos Aires, julio 1996, p. 47.
[2] Ibídem, p. 7. Cruz del Sur I
Las relaciones bilaterales entre Argentina y Chile tuvieron etapas muy diferentes en los últimos cuarenta años. La época más dramática y delirante en la relación se vivió durante los setenta cuando ambas naciones estaban bajo el dominio militar. La posibilidad de una guerra no estaba descartada; tuvo que mediar la Santa Sede Católica a pedido de los afectados. En la última década, en cambio, el enlace entre los dos países es cada vez más estrecho. Una muestra y principal ejemplo en este trabajo es la Fuerza de Paz Combinada Cruz del Sur, que tiene personal de ambas nacionalidades y está a disposición de las Naciones Unidas.
China y Sur contacto II
Argentina no está afuera de la región en lo relacionado a la nueva influencia militar China. Es el tercer país en orden de Suramérica si se toman los números de las visitas militares entre 2001-2010 del país asiático: Chile, 25; Brasil, 21; Argentina, 17. Y en ese sentido, hay una diferenciación entre los países todavía cercanos a ciertas ideas del Pentágono, como Colombia y Perú, y los más cercanos a las ideas bolivarianas, como Venezuela, Ecuador, Bolivia y Argentina[1]. La Nación austral es un claro ejemplo de esos países con posibilidad de incremento del intercambio en el área. Fuera de este escrito queda el análisis de los logros gracias a esa relación, por ejemplo en temas importantes para la Argentina como las Islas Malvinas[2]. Pero se podrá abordar.
[1]
Malena, Jorge, “The peace and security segment of the white paper of China in
relation with Latin America: analysis of results and mentions in the bilateral
military relation”, Virtual Simposio, 2012.
[2] Corigliano, Francisco, “Malvinas: actores e intereses en juego”, revista Criterio N° 2381, Buenos Aires, mayo 2012.
[2] Corigliano, Francisco, “Malvinas: actores e intereses en juego”, revista Criterio N° 2381, Buenos Aires, mayo 2012.
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