Ella caminaba con la mochila apretada para que no se le escape. Tres tiras como cintos la atravesaban por adelante. Él le decía: Llega un punto, más avanzado, que significa la liberación total.
La puta madre, gritó la madre en el DVD club, siempre que venimos acá tenés que ir al baño. Dejá, salí, yo no puedo entrar a limpiarte si hiciste caca. Vamos así como estás. El otro hijo, algo más grande, hacía un ruido como si tuviera deficiencia mental. ¿Qué te pasa a vos? -Tengo tos. Luego la madre tumbaría un estante entero con películas. Esta vez fue mamá, confesó a todos.
Diálogos escuchados en Buenos Aires.
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