Más de una vez me he despertado en medio de la noche con la sensación de que mi marido está en el cuarto.
No es raro. A todos nos pasa. Estamos soñando y, cuando despertamos, el sueño se queda un rato con nosotros.
No, esto es más real. Siento que Simón está junto a la puerta de mi cuarto y no se anima a entrar.
Porque no lo viste muerto. Ésa es una buena razón.
Quién sabe. Un tribunal lo declaró muerto y me esforcé por matarlo dentro de mí. Como no tiene tumba, yo fui su tumba. Ahora quiere salir (…) (Tomás Eloy Martínez, Purgatorio, 2009).
Purgatorio
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
Los escritos casi siempre son tristes
ResponderBorrarporque cuando estas en "ese momento" de alegría, tan fugaz... no se escribe, se vive.
Joaquin Sabina.-
Abrazoo marido
Interesante. Me hizo pensar bastante sobre el asunto. Todavía no decidí si estoy de acuerdo. Muchas gracias y un abrazo.
ResponderBorrar