Me encontré con un gato muerto que estaba a dos cuadras de mi casa. Pasé esta mañana de nuevo y seguía ahí. Las personas se tapaban la boca y continuaban; igual que yo la primera vez. Volví y lo puse en una caja. La tarea no fue fácil: era grande y ya se descomponía. No fue agradable. Pero me hizo recordar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario