Kirchner y coincidencias comunes

                                                                                  Foto por María Antonella Aranda
Alguien opinó en la radio a la mañana temprano que en el censo anterior de 2001, en ese día, algo se gestó que cambió la vida política del país. Era fin de semana y los ciudadanos estaban molestos; no querían quedarse en sus casas a pensar. Ya se veía llegar el quilombo de los bancos. Un par de días después empezarían las protestas que terminaron con el derrocamiento del presidente. Justo hoy, en el censo 2010, anuncian la muerte de Néstor Kirchner, mayor líder político actual. Algo cambiará irremediablemente. Habría que estar alerta por lo menos. Leí luego, a la tarde, de Tomás Eloy Martínez: Hace tiempo descubrí, no sin sorpresa, que los azares del periodismo me acercaban con persistencia al tema de la muerte. Hacia 1965 advertí, en Hiroshima y Nagasaki, que un hombre puede morir indefinidamente, y que la muerte es una sucesión, no un fin. El libro se titula Lugar común la muerte.

Reflejar la realidad

                                                                                           Pintura por Marco Ortolan
El sólo hecho de escribir obliga a incursionar en la ficción. Desde la antigua Grecia se pensaba sobre este tipo de asunto. La gran mayoría de las palabras no llevan ninguna relación con lo que significan. ¿Qué tienen en común, además de las vocales, mesa y table? Nada. Sin embargo ambas, pero en diferentes idiomas, quieren referirse al mismo objeto.

Mostrar

                                                                                  Foto por María Antonella Aranda
La ensayista Paula Sibilia, autora de La intimidad como espectáculo, sostiene en su libro que una de las causas más fuertes para que se de esta moda de mostrarse es la multiplicación y desarrollo de los medios masivos de comunicación en Internet. La necesidad en la mayoría de la población pudo haber estado siempre, por lo tanto, pero no estaban las herramientas para realizarlo. Gran hermano no se podría haber hecho sin cámaras -muchas- de alta tecnología, los blogs no existirían sin computadoras veloces, el periodismo ciudadano quedaría en nada sin celulares con cámaras. También hay una perspectiva, dice Sibilia, que contempla aquellos elementos de la subjetividad que son claramente culturales, frutos de ciertas presiones y fuerzas históricas en las cuales intervienen vectores políticos, económicos y sociales que impulsan el surgimiento de ciertas formas de ser y estar en el mundo. Y que las solicitan intensamente, para que sus engranajes puedan operar con mayor eficacia.

Saltar al ser visto

                                                                                                 Foto por Aaron Rosales
Tyler Clementi, un estadounidense de 18 años, se tiró al río desde el puente George Washington. El suicidio habría sido motivado, entre otras causas seguramente, por la exposición en Internet de su intimidad. Tyler era homosexual; su compañero de cuarto había grabado dos encuentros sexuales de él con otro hombre y los había compartido en la Red. Tyler se enteró; se sorprendió también porque los demás usuarios de Twitter se solidarizaban con el acosador con preguntas del tipo: ¿Y cómo vas a hacer para volver al cuarto ahora? Como si fuera más normal; como si él merecería más respeto por ser heterosexual y compartir el desvió de los otros en Internet. La implicancia de las redes sociales no termina aquí en esta historia. El chico, en las últimas horas, escribió en Facebook: me tiro del puente, lo siento. ¿Se lamentaba de su condición o de cómo lo veían los demás? ¿Quedar mal frente a la sociedad virtual es la peor tragedia del presente? Si para algunos es así, arriesgo a que muchos deben ser falsos allí.

Enseñar

                                                                                    Foto por María Antonella Aranda
-Sí, qué me va enseñá vo a hablá. 
-Ma vale que te voy a enseñá.


-Me escupió, él me escupió -. El nenito iba agarrado de la mano de la madre; la nena, algo más grande, se acercaba y alejaba mientras seguían el camino.


-Sabés quién me habló el otro día, Pirulo. Hace mil que no sabía de él. Apareció por Face. Me dijo: a ver con cuál loco estás saliendo ahora [risas] -. Dos chicas que caminaban por un barrio de Corr
ientes.